Coincide el final del
proyecto BIOES2, tras cuatro años de trabajo, con la publicación de la desgraciada, lamentable, absurda e indignante sentencia del llamado caso Prestige. De hecho, el mismo día que hacemos público el
vídeo final en el que resumimos en imágenes lo realizado durante estos cuatro años, nos enteramos de que no hay culpables por un atentado medioambiental brutal en las costas gallegas.