La participación social, clave para impulsar el desarrollo rural
8 octubre, 2013Periodistas rurales, emprendedores digitales
28 octubre, 2013Parece evidente que el medio rural es, en estos momentos, un recurso interesante para la generación de nuevos modelos de negocio. Cuando las posibilidades que ha impuesto el modelo económico tradicional empiezan a escasear y los viejos paradigmas de la economía productiva se desmoronan, ahí están el medio rural y sus recursos, tendiendo la mano a quien sepa gestionarlos.
Y no estoy hablando de una vuelta romántica a la vida en el campo, ni a ponerse a cultivar sin más. Tampoco me refiero sólo a recuperar una vieja casa familiar para intentar generar un recurso turístico. Hablo de ver el entorno rural con otros ojos, con los de quienes buscan generar proyectos innovadores, diferentes, escuchando al medio e interpretando las necesidades que ese medio tiene y las oportunidades que ofrece.
Estos días, recorriendo diferentes lugares de España contando los resultados que hemos obtenido con el proyecto BIOES2, veo en todos los auditorios miradas sorprendidas y rostros boquiabiertos ante la posibilidad de que haya algo más que hacer en y desde el pueblo. Pero es que cuando comparto estas sensaciones con colegas que trabajan gestionando iniciativas de desarrollo rural observo que todos nos encontramos ante el mismo dilema: hay muchas cosas por hacer en el medio rural, las gentes del medio necesitan ayuda para hacerlo, no siempre saben dónde acudir o con quién contar y, lo que es peor, ni siquiera conocen los instrumentos para buscar soluciones económicas y viables para sus problemas.
Y es que, claro, si hablamos de pagos por servicios ambientales, de crear bancos de conservación o de hábitat, de fomentar la gestión selvícola más allá de usos turísticos, de establecer planes de fomento del comercio kilómetro cero, de generar propuestas turísticas integradas de gestión de recursos naturales, de recuperar espacios industriales para uso agrario o de reintroducir modelos de producción basados en la fuerza animal y no mecánica… a veces, parece que estamos hablando de ciencia ficción y, en realidad, lo que hacemos es retornar a lo que el medio rural fue. El medio rural debe de recuperar su esencia primigenia. Debe de volver a ser el espacio en el que un desarrollo sostenible y eficiente es posible, un espacio donde los recursos se usan de forma solidaria, donde las personas cuentan e importan, donde se apueste por lo próximo y lo cercano como materia prima, donde el tiempo corra a favor de la vida y no de la cuenta de resultados donde… en definitiva, se pueda vivir con lo básico.
Aplicar esta filosofía ayuda a entender que, hoy en día, el medio rural es una interesante fuente de recursos que, sabiéndolos cuantificar, pueden ayudarnos a tejer nuevos modelos de negocio basados en principios de sostenibilidad, de cooperación, de solidaridad, de recuperación de la esencia de lo rural. Es verdad que, en ocasiones, el exceso de lágrimas no nos permite ver las estrellas. Y también ocurre que vivir en el medio rural, muchas veces, dificulta ver las posibilidades que ese medio tiene al no mirar el entorno con la perspectiva necesaria.
En cualquier caso hay nuevos modelos de negocio para el medio rural que esperan a ser explorados por emprendedores locales. Eso sí, es necesario saber valorar los recursos propios para encauzar iniciativas que, de verdad, estén ancladas en las necesidades de un territorio y, de ahí, generar posibilidades de vida sostenible, a mi juicio, mucho más importante que generar riqueza de escaso recorrido.